Mi primer carrera de trail
Hace unas semanas les contaba que en plena depresión post maratón, encontré una carrera de trail (senderos sin pavimentar) de 8 y 16 kilómetros.
Esta carrera fue en los alredores de una granja que tiene fama por dos cosas: puedes ir a recoger directamente del huerto tu fruta (fresas, elotes, blueberries, etcétera) y los eventos que organizan algunos fines de semana (música en vivo, cervezas, barbacoa, etc.). Y la carrera era en un día que coincidía con uno de esos eventos familiares.
Ya con eso, la mesa queda puesta para un día completo: corres un par de horas y, terminando, vas a formarte a comprar tu hamburguesa y un par de cervezas. Mientras corres, los niños se divierten en los juegos que tienen en la granja. Y al final, puedes pagar para ir a recoger algo de fruta antes de ir a casa (si te duelen las piernas, pasas la tienda directamente y compras ahí tu fruta).
Mi problema era la minilesión que traía en el pie. Cuando supe de esta carrera tuve que decidir dos cosas: ¿llegaría en condiciones de correr? si puedo correr, ¿aguantaría 16 kilómetros o me quedo en 8?
Al final, me apunté para correr los 16 con la expectativa que, si mi lesión me daba problemas, el día de la carrera podía cambiarme a la de 8 por el tema de lesión (y no arriesgaba no poder pasarme de la de 8 a la de 16 si se llenaban los lugares).
El día de la carrera me llevé mi primer lección práctica de porqué uno tarda tanto preparando el "flat lay" (esa foto donde el corredor pone su ropa y accesorios en la cama para una fotografía. Aunque yo sí hice un flat lay, hubo cosas que no puse en la foto pensando "eso lo agarro mañana antes de irme". No contaba con que Murphy haría acto de presencia y, pese a levantarme a muy buena hora, terminaría saliendo sobre la hora para ir a la carrera (olvidando varias cosas).
El flatlay.... sin audífonos ni barra de energía. |
Todo el desastre empezó cuando me subí al auto: olvidaba mis cinturón con geles y la barra de energía (que no había puesto en el flat lay). Luego llegué a la carrera y me dí cuenta olvidé mis audífonos. Sí. Sería mi primer carrera donde no podría recurrir a música o podcasts.
Siendo carrera de trail, no había pensado en las diferencias que hay con carreras en la calle. Primero, muchos tramos son senderos muy disparejos. Los corredores terminan en fila india por los segmentos dond el terreno está más parejo. Si quieres rebasar a alguien, debes empezar a correr por donde el camino no está parejo (poniéndole más tensión a los tobillos) y rodillas.
La carrera estuvo en general muy bien organizada y tanto el recorrido como los puntos donde había algún tipo de agujero o desnivel escondido por la hierba estaban muy bien delimitados.
Por mi parte, mi plan era correr los 16 kms (era un recorrido de dos vueltas al circuito de 8 km) pero, si la lesión que traía me daba lata, pararía al completar la primer vuelta. Conforme me acercaba a la mitad de la carrera, me empezaron a doler los talones más y más, al grado que pensé seriamente el parar. Sin embargo, el dolor se fue pasando cuando iba cruzando la marca de los 8 kms y decidí seguir adelante.
Hubo un punto donde creí viable completar la carrera en menos de dos horas, pero esos ratos de duda con la lesión me frenaron. Finalmente, completé los 16 kilómetros en 2:00:49.
¿Y la lesión? Bueno, en otra publicación les cuento.
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