Reflexión previa al maratón

NOTA: esta reflexión la preparé en los días previos a la Maratón, sin embargo no tuve oportunidad de concluirla.  Por favor léela como si fuera la víspera de la carrera.

Llegó el día.  Casi todo está listo.  Algo que he aprendido en este proceso es que no es posible decir que todo quedó listo porque al final, siempre va a darse al menos uno de tres eventos:

  1. Nos acordamos de algo que falta.  Es como cuando te vas de viaje y, al salir de casa, te das cuenta que estás a punto de olvidar tus lentes de sol.
  2. Nos acordamos de algo que podríamos haber hecho diferente o mejor.  Es como cuando, ya llegando a nuestro destino, nos damos cuenta que era mejor haber empacado la camisa azul en lugar de la verde. 
  3. No nos acordamos que algo importante nos falta, hasta que ya es muy tarde.  Esta es la peor porque es como si abrieras la maleta ya en el hotel a donde vas de vacaciones y te das cuenta que dejaste tu ropa interior en casa.

Estos últimos días he tratado de dormir, descansar y cargarme de carbohidratos.  Muchos corredores dicen es clave para no reventar en el maratón: los carbohidratos que consumimos los 3 o 4 días previos al maratón es el combustible de los músculos que va a estar más a la mano.  Un corredor que deje el tanque a medio llenar y se arriesga a no llegar.

Además, estos días me he puesto a leer este blog. Fue una especie de catarsis donde he podido ver, en blanco y negro, mi estado mental y mis pensamientos conforme se ha ido acercando el día de la carrera.  Es como el montañista que, la víspera de atacar la cumbre, tiene una noche clara y con gran visibilidad en la montaña. Donde puede ver, la sombra de la cumbre que le espera al día siguiente, al tiempo que puede ver las luces lejanas del campamento base y de los pueblos en el valle debajo de la montaña.

Depende de cómo lo vea uno, este proyecto empezó hace 4 meses (cuando empecé el entrenamiento específico para la carrera), hace 9 meses (cuando supe había ganado un lugar para el maratón), hace un año (cuando me inscribí al sorteo) o hace varios años (cuando me inscribí, por primera vez, al sorteo).  Permíteme compartirte algunos pensamientos de lo que este proceso me ha dejado:

  • Han sido nueve meses donde he "cazado" buzones de correos (tendré que publicar más delante un listado de los monogramas que logré ver aunque puedo adelantarles que no ví el de Carlos III).  Por culpa de esa publicación, ahora me detengo en cada buzón postal que veo para verificar qué monograma tieme. 
  • Descubrí los audiolibros y varios Podcast que he devorado en mis entrenamientos largos.
  • Gracias a Dios, he evitado las lesiones.  Como conté antes, conocí a un mexicano que tuvo un accidente y no podrá correr. En el grupo de Whatsapp de corredores que salimos a la misma hora hay por lo menos tres personas que tuvieron que diferir (cuando pospones tu lugar para el año siguiente por culpa de una lesión), otras cuatro que se lesionaron o tuvieron emergencias familiares ya pasado el límite para diferir y están debatiendo entre intentar caminar lo más que se pueda o de plano perderse la experiencia (dos de ellos seguro no podrán ni caminar). Eso no elimina la  posibilidad de una lesión en la carrera, pero eso está ya fuera de mi control.  He llegado sano al día previo al maratón y de eso hay que dar gracias a Dios.


La visión para mañana es clara:  El objetivo primario no cambia y es terminar el maratón.  El segundo objetivo es hacer un "buen tiempo".  Aquí es donde no sé como cuantificarlo: yo creo que sí puedo hacerlo en 5:15 o 5:30. Sin embargo, no tengo ningún marco de referencia (es mi primer maratón).  Si me pongo el sombrero de cínico me queda claro que mañana, si cruzo la meta habré logrado una marca personal.

Voy a seguir la tradición de muchos corredores y es acomodar la ropa, suministros y otros accesorios para una foto en la víspera de la carrera, así que te dejo la foto, querido lector.



Ya para cerrar, déjame confirmar que no todo está listo.  Tengo 4 grandes dudas en este momento que debo resolver antes de salir de casa mañana a las 8 AM: 

  • ¿Qué cinturón de corredor llevo? Uno me permite cargar más geles o barras de energía, pero la bolsa para artículos de emergencia (teléfono, llaves, tarjeta, pila externa) es más pequeña.  O de plano, ¿llevo mi fiel chaleco rojo para correr?  
  • ¿Llevo suficientes suministros? Mi cálculo es que, si para los 32 km usé 6 geles y barras de energía, mañana usaría 8 (y aún así puedo conseguir más geles en algunos puntos de refresco en la carrera).  Además, he escuchado que la gente te ofrece fruta, dulces y otros bocadillos a lo largo de la carrera.
  • ¿Qué como mañana por la mañana?   Mi rutina está estudiada: un plato grande de avena con un plátano y una pieza de pan.  Después pienso comer un plátano media hora antes de arrancar.  Sin embargo, es mi primer maratón y mi miedo más grande ¡tener que buscar un baño decente a media carrera!  Aunque pienso usar imodium (he leído que dos imodiums un par de horas antes de la carrera previenen algunas escalas técnicas durante la carrera), el dilema es encontrar el balance entre una buena alimentación antes de la carrera y minimizar el riesgo de tener que parar al baño.  
  • ¿Cómo va a estar el clima? Mi plan es correr con la camiseta sin mangas de Ambistious About Autism, pero parece hará bastante frío y viento.  Entre el frío y el que me vaya a rozar la camiseta, no sé si mejor usar la camiseta de la ONG.  Creo esta será una decisión que tomaré poco antes de salir de casa. 
Lo dicho, estoy casi listo pero es mejor ir a dormir.

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