Hablemos de Autismo - Ejemplos de vida (parte 1)

En las siguientes dos publicaciones sobre autismo quiero enfocarme en dos ejemplos.  Uno muestra que nada está perdido cuando  hay un diagnóstico de Autismo.  Con el apoyo y trabajo adecuados, es perfectamente posible que un niño con autismo pueda desarrollar todo su potencial.  El otro es el ejemplo de lo que un padre puede hacer por su hijo.

Antes que nada, quiero poner el contexto de dos cosas que suceden en la vida académica:
  • En Europa, el título de Profesor es otorgado por una universidad para reconocer el trabajo de investigación de uno de los miembros de su facultad.  El título tiene un valor curricular por encima del de Doctor ya que se otorga como reconocimiento a un docente por el impacto del trabajo de investigación o por su trayectoria profesional como investigador.  Obviamente, cuando el título se otorga a alguien relativamente joven, es más el reconocimiento al impacto profundo del trabajo de investigación que la trayectoria.
  • Publicar un libro académico es considerado la cumbre profesional. Un investigador busca publicar artículos en revistas sujetas a revisión de pares (donde otros investigadores revisan la publicación para decidir si la aceptan o no).  El poder publicar un artículo es un logro muy importante.  Y entre más prestigiosa sea la publicación, mayor el mérito (porque hay mayor competencia y exigencia de calidad del trabajo).   El publicar muchos artículos puede dar pie a acumular material que pueda ponerse en un libro.  A veces, un investigador o académico puede tener suficiente material publicado para consolidarlo en el capítulo de un libro (por autoría propia o en colaboración con otros).  Pero para hacerlo, el editor o autor del libro debe invitar primero al académico a ser parte de la colaboración.   Esto debe mostrar porqué es tan complicado ser coautor de un libro académico. Ahora imagina lo difícil que es tener suficiente material publicado, de la calidad necesaria, para que un editor acepte publicar el libro completo de un solo autor.
Ahora hablemos del Profesor Jason Arday.

Jason es autista.  De hecho, se consideraba que tenía retrasos de aprendizaje muy graves (aprendió a leer y escribir cuando tenía 18 años).  Es más, apenas aprendió a hablar ¡a los 11 años!  No solo eso, creció en una zona pobre en Clapham (sur de Londres), donde no había los servicios e infraestructura que ayudaran a personas con algún tipo de discapacidad o neurodivergencia.

Aún así, Jason pudo estudiar para tener un título universitario.  Trabajó como maestro de educación física.  Y pese a tener que mantener dos trabajos para sostenerse durante sus estudios de posgrado, Jason terminó dos maestrías y un doctorado.  El mismo Jason que aprendió a escribir a los 18 años.

La historia no termina ahí.  A sus 37 años, ha publicado ya tres libros y ha recaudado más de 5 millones de libras para obras de beneficencia (entre otras cosas, corrió 30 maratones en un lapso de 35 días).  Fue ya profesor de la Universidad de Durham (bastante prestigiosa) y acaba de ser nombrado como Profesor de la Universidad de Cambridge.  Sí.  El mismo Jason que apenas aprendió a hablar a los 11 años es ahora el profesor de raza negra más joven en la Universidad.

Querido lector, te dejo dos artículos que hablar de su historia: The Guardian y BBC



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