Maratón Independencia
Desde niño recuerdo que en León, México, se organiza el Maratón Independencia cada septiembre. Como dije antes, nunca fui corredor (además que levantarse en domingo antes de las 9:30 AM era anatema para mí). Sin embargo, me llamaba la atención ver que la ruta prácticamente atravesaba la ciudad, lo cual me daba la idea que cubrir esa distancia era tarea sobrehumana. Recuerdo por ahí un par de años donde la ruta pasó por la esquina de la casa y pude ver pasar a algunos corredores.
Ya en la universidad, varios amigos y yo nos capacitamos en Cruz Roja como Técnico en Urgencias Médicas (en parte por curiosidad y en parte para cubrir el requisito del servicio social). Y fue precisamente acabando el curso que mi camino volvió a cruzarse con el Maratón Independencia.
Uno de mis primeros servicios después del curso teórico, fue apoyar en la meta del maratón. Nuestro trabajo era, en teoría, llevar en camilla a los corredores que se desvanecieran a un área de enfermería que había junto a la meta. Y si ocurría algo más serio que requiriera traslado a hospital, llevar al paciente.
En realidad, fueron varias horas donde ví de primera mano el efecto físico de correr un maratón. Algunos corredores se desvanecían apenas al cruzar la meta. Otros se derrumbaban de cansancio pero no podían pararse. Varios corredores llegaron acalambrados a la meta. Sin embargo, había un denominador común en todos ellos: rechazaron toda ayuda antes de cruzar la meta. Claramente tenían en su mente el terminar la carrera por su propio esfuerzo y luego aceptar la ayuda.
Esa expresión de determinación y enfoque total en llegar a la meta se me quedó grabada. Una mirada que gritaba "¡aunque ya no pueda más, yo quiero y voy a llegar a mi meta!".
Pasado mñana es el Maratón Independencia 2023. A todos los corredores les deseo la mejor de las carreras y que lleguen a la meta con bien.
El domingo hay carrera.
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