No soy un corredor.

​No soy un corredor, nunca lo he sido. Me gusta el deporte y lo he practicado, pero solo una vez de forma más o menos consistente.


Creo mi historia con el deporte es una combinación de abejorro en primavera (que prueba de todas las flores pero no se queda en ninguna) y de actividad social (siempre he disfrutado más actividades en equipo, donde compartes buenos y malos momentos con amigos.  


De niño, lo que menos me gustaba era correr. Lo veía como un esfuerzo sin objetivo o recompensa. No había pelota que patear. No había puntos que anotar. Solo había cansancio y, para colmo, ni era el más rápido ni era el de mayor resistencia. 


Sin embargo, pasados los 35 se fueron dando las cosas para que descubriera que podía haber muchas satisfacciones en el ejercicio individual.  Y aún así, no era corredor. Lo intente varias veces pero sentía que sin la presión social de correr con alguien, no era la misma motivación. 


En otra ocasión contaré como un ex-jefe, mentor y muy buen amigo me empujó a empezar a correr (eso merece un post en sí mismo). Pero hoy, casi 10 años después de esa primer carrera de 5k a beneficio de una ONG, empiezo el viaje para correr mi primer maratón. 


Sin embargo, no me considero un corredor…al menos no todavía.

Comentarios

Entradas populares