Un agradecimiento en el camino

Uno no corre solo.

Esta frase debería estar escrita en algún lugar con letras de oro, o convertirse en un mantra que debe ser memorizado por cualquier aspirante a corredor.

Lo que uno logra corriendo es el resultado del esfuerzo individual y de las interacciones que se tengan con otras personas, antes, durante y después de una carrera. Y aquí hablo de "carrera" como si habara de ese trote de 5k en domingo pro la mañana o un maratón competitivo.  Porque esas personas influyen en nuestra carrera como si fueran parte del engranaje que alimenta nuestra carrera.

Photo by Miguel Á. Padriñán

No importa que uno corra solo o que se esté en una carrera. Siempre habrá alguien que nos ha enseñado algo, alguien que nos compartió un poco de sabiduría o algún consejo. A veces esos consejos nos ayudan a correr mejor. A veces esos consejos toman forma y nos ayudan a resolver otros problemas de la vida, pero fue mientras corríamos cuando finalmente pudimos darles sentido.

Faltan 74 días para el maratón y creo es hora de dar las gracias a quienes, de alguna manera u otra, me han acompañado y han sido una influencia positiva en este viaje:

  • Mi esposa y mis hijos, que han tenido que aguantarme cuando regreso todo sudado de entrenar y cuando les bloqueo, literalmente, todas las mañanas de domingo para irme a entrenar.
  • Gagan, por darme ese empujón para empezar a entrenar para mis primeros 5k.
  • Ale, quien al ir completando un maratón tras otro puso la muestra que sí se puede. 
  • Mauricio.  Desde que entrenábamos basquet en la primaria, has tenido esa sonrisa al correr, lo que me confirma lo que descubrió el coach Vigil en Leadville cuando Juan Herrera cazó a la bruja (les contaré más de esto la próxima semana).
  • Katalin, mi entrenadora personal, quien ha ido adaptando mi entrenamiento para que llegue listo al maratón.
  • Umer, quien prácticamente desglosó un plan de entrenamiento en 5 minutos en la oficina.
  • Don Perignnon, ese maratonista del cyberespacio que me ha dado consejos muy buenos y oportunos.  Además me llevó a descubrir a Caballo Blanco y los Tarahumaras que nacieron para correr.
Por eso lo repito. Uno no corre solo.  De una u otra manera, otras personas nos acompañan preparando una carrera. Finalmente, esas personas también merecen crédito de lo logrado el día de la carrera.

Por eso, ¡gracias!

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